La letra manuscrita, ¿en extinción?

Lo que hay que aprender antes de aprender a escribir - Elisa Aribau 

 

En una era cada vez más digital, a menudo se pasa por alto la importancia de una habilidad aparentemente eterna: la escritura a mano. A medida que la tecnología se integra cada vez más en los sistemas educativos, es fácil dejar a un lado el acto de poner el lápiz sobre el papel, como si fuera una reliquia del pasado.

En países como Finlandia han optado por dejar en el olvido la instrucción de la letra manuscrita cursiva y solo dejaron habilitado el aprendizaje de la letra de imprenta. En Ecuador, la situación es similar. Son pocos los colegios donde aún se practica caligrafía, pues según el Ministerio de Educación nunca ha constado como parte del “pénsum académico, sino como un proceso integrado al desarrollo de destrezas y competencias lectoescritoras”.

 Todos los beneficios de escribir a mano (y lo que perdemos con el teclado) 

 

Para Sara Cárdenas, neuroeducadora con más de 20 años en enseñanza, aprender a escribir a mano, ya sea en cursiva o en imprenta, (script), es un beneficio en el desarrollo del niño, quien “va grabando el contenido de un tema determinado. Incluso mejora la motricidad fina, favorece la memoria y le permite captar mejor o retener información del tema a estudiar”.

Añade que el acto de escribir ayuda a un aprendizaje más profundo, dado que permite reconocer lo más relevante de un texto, aprender conceptos y agrupar mejor las ideas. Además, “la manuscrita es también un recurso para saber si un estudiante es disléxico. Tanto la manuscrita como la de imprenta son recursos necesarios para saber los niveles de memoria y habilidades motoras de un alumno”.

 

 

 

 

Fuente: Diana Robayo. diario Expreso, 15,10,2023

Comentarios

Entradas populares